Si
la vida fuera un dibujo, aunque mal trazado lo intentaría, sin más o sin menos
aun tendríamos los mismos problemas y aunque intentara imaginarme la vida tan
sutilmente, tan vacía de Dios, no podre jamás. (“Si dijera yo: Hablaré como ellos, He aquí, a la generación de tus hijos
engañaría. Cuando pensé para saber esto, Fue duro trabajo para mí.” Salmos 73:15-17.
Ya
todo un día cambio, aunque parezca la misma, ya “YO” no soy “YO”, un día, un
tiempo, donde no marcaba el reloj, donde las cosas visibles se quedaban en otra
habitación, me convertí en la Hija de Dios (“Mas
a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad
de ser hechos hijos de Dios.” Juan 1:12) desde entonces lo invisible era mi
verdad y Dios se convirtió en todo (Juan 14:6, Romanos 1:20, Colosenses
1:15, Jeremías
33:3, Mateo 19:26).
Mientras
sigo aprendiendo a ver, a sentir y a creer que es así, aunque no pueda mi ser
inferior entender cada instante de su AMOR, cada instante revelado, Él es y será
todo, y no me necesita en el proceso.
La
grandeza de Dios, me quebranta, me entero que mi corazón es duro, mientras
intentaba imaginarme la vida que llevo distinta, engañándome la llame “la vida
perfecta que quiero” si acaso fuera mi vida, si fuera perfecta, solo sería
nada, no existiera jamás (“Tan torpe era
yo, que no entendía; era como una bestia delante de ti” Salmos 73:22 ) .Solo
soy lo que soy por el Señor, por su bondad, por su misericordia, por todo lo que
excede nuestra mente y pertenece a Él (“Pero
por la gracia de Dios soy lo que soy” 1 Corintios 15:10)
Mi
vida es El, y aprendo a vivirla, aunque me estorbe a mí misma, (“Porque no hago
el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago” Romanos 7:19). Aunque falle, (“Hijitos
míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado,
abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.” 1 Juan 2:1) siempre lo tendré a Él y solo mi Dios es
perfecto y que honor que me escogió (“Jesús
le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida” Juan 14:6).
Noviembre 2010
22 Años
Autor: Y.V
“A
ti clamaré, oh Jehová.
Roca
mía, no te desentiendas de mí,
Para
que no sea yo, dejándome tú …”
Salmos
28:1

